El presente año 2021 la asociación belenista de Lorca realiza dos magnos belenes, el municipal del Palacio de Guevara y el regional en el palacio de San Esteban de Murcia. Es por ello por lo que se ha trabajado durante todo el año en tan ambiciosos proyectos.
El Belén municipal de Lorca vuelve a ocupar la parte central del patio porticado del palacio de Guevara que con una superficie de 36 metros cuadrados representa las escenas sacras más representativas del Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.
La diagonal del cuadrante la ocupan dos espectaculares templos escalonados, recreados según la hechura romana con las características propias de este estilo artístico. En la parte superior sobre una meseta de más de tres metros de altura, se recrea la construcción más llamativa inspirada en el panteón de Agripa, yerno del emperador Augusto bajo cuyo mandato nació Jesús.
El edificio se abre a una plaza a través de una pronaos de columnas de orden corintio monolíticas de granito, que sostienen un entablamento coronado por un frontón triangular, detrás de este enorme pórtico surge la magna cúpula, qué en su origen estuvo cubierta por tejas de bronce y que esta coronada por un óculo que sirve para la iluminación y ventilación. A título de curiosidad diremos que La distancia entre el suelo y la parte más alta de la cúpula es igual a su diámetro, obteniéndose de esta manera una esfera perfecta en armonía.
El segundo edificio es prototipo de templo romano imperial construido en honor del emperador Augusto y su familia en el 16 a.C . Es un templo elevado sobre pódium de influencia etrusca que da acceso a la entrada principal a través de una escalinata con pórtico hexástilo y orden corintio, pseudoperíptero de planta rectangular cuyo original se encuentra en Nimes.
El otro conjunto escenográfico lo conforma el puerto de Magdala en el Mar de Galilea, en cuyas aguas se ha realizado la recreación arqueológica de la barca de Ginosar cuyo descubrimiento se produjo en 1986 y que según todos los estudios podría ser la barca de Zebedeo, padre de Santiago y San Juan desde la que Jesús en su vida adulta proclamara el evangelio.
Este contraste entre el poder y humildad del pesebre, muestra la esencia de Jesús que lejos de engrandecerse según su condición divina y humana al pertenecer a la estirpe del rey David, se empequeñece y alejándose de glorias mundanas representadas en el Imperio de Roma, adquiere la categoría de los desfavorecidos de la sociedad, elevando así la condición humana con su redención.