“El ángel Gabriel fue enviado a una ciudad de Galilea, de nombre Nazaret, a visitar a una doncella desposada con un varón de nombre José, de la familia de David. El nombre de la doncella era María. El ángel la saludó: “¡Alégrate, el Señor está contigo! Bendita tú entre todas las mujeres. María has hallado gracia a los ojos de Dios, vas a concebir en tu seno y dar a luz un hijo.” Lc. 1, 26-28.